Toda comarca natural y todas las zonas geográficas con bagaje histórico son proclives a poseer su propia gastronomía. Cartagena aúna, y de qué manera, las dos circunstancias.
Su historia es trimilenaria y geográficamente es la capital de una comarca natural que lleva su nombre. Los salazones ya desgustados por los romanos, las marineras, el caldero, el cafe asiático... son algunos de los productos cartageneros que debido a su éxito se han extendido hacia otras comarcas del interior. Si visitas Cartagena, podrás degustar los siguientes platos típicos que están disponibles en la mayoría de los restaurantes.
Exploradores
Son una especie de empanadillas rebozadas en azucar glasé cuyo relleno de carne, sin embargo, es salado, por lo que el contraste entre ambos sabores opuestos es su mayor atractivo. Es el aperitivo típico en Cartagena, pudiéndose encontrar en pastelerías y confiterías, pero recomendamos especialmente la de la calle Medieras (perpendicular a la calle Mayor).
Michirones
Los michirones son un plato típico de la Región de Murcia, especialmente de la zona de la huerta y del Campo de Cartagena. Se trata de un guiso a base de habas secas (se utiliza también el haba del tiempo), hueso de jamón, chorizo y laurel. Se suele presentar en cazuela de barro. Es un plato importante de los restaurantes típicos de esta región, especialmente en invierno y durante las Fiestas de Primavera, aunque puede degustarse en cualquier época del año. Los michirones se sirven muy calientes en cazuela de barro. Al contener picantes como la guindilla, las calluelas o el pimentón picante, constituye un plato muy sabroso.
Caldero
Tradicional plato humilde de pescadores en sus inicios, la receta nace de la necesidad de sacar partido a todo el pescado que no se conseguía vender. Principalmente por tener demasiadas espinas. La morralla, que asi se llama, se hervía en un cladero con agua, quedándose su sustancia en el líquido. Una vez retirado del mismo, se cuaja el arroz en el agua, añadiendo un sofrito y algunas ñoras. Se come solo para después servir el pescado que se ha empleado en su elaboración, si no terminó muy desmenuzado. Un posible aliño es la salsa de ajo (ali oli) pero conviene no pasarse.
Ensalada cantonal
Ensalada elaborada a base de ahumados distintos pescados, los más comunes el bacalao, el salmón o la palometa; a esta potente mezcla se le añade un poco de cebolla picada, algunas olivas de cuquillo y tápenas o alcaparras, además de aceite de oliva virgen. A esta mezcla se la deja macerar en la nevera durante un par de horas, puesto que el plato se sirve frio. Su nombre hace referencia al episodio de 1873 cuando Cartagena se declaró independiente del resto del país, en lo que se dió en llamar el Cantón de Cartagena.
Asiático
A principios del siglo XX, la desecación de la laguna interior que era el Almarjal de Cartagena todavía provocaba la aparición de algún brote de fiebre amarilla en la zona. A mitad de la centuria, un hombre muy espabilado llamado Pedrín inventó una bebida a base de café, leche condensada, un toque de canela, algunas gotas de cognac, otras tantas de Licor 43, una peladura de limón y un grano de café, y la llamó asiático porque propagó el infundió de que ingerir ese brebaje eliminaba de raíz las susodichas fiebre. Era una completa mentira, pero la bebida en cuestión se hizo inmensamente popular, conviriténdose en el café oficial de la comarca.
Pescados de la zona
Los pescados que han de probar durante su estancia aquí son todos blancos, pero hay un triunvirato que se antoja imprescindible: el mero, la lecha y el dentón. Tanto para hacer a la plancha o en asado. Si hablamos del Mar Menor, entonces nos decantaríamos por la lubina o la dorada pero ¡Ojo! Que no sean de piscifactoria. Estos dos últimos tienen en su elaboración a la sal la más sabrosa de sus posibles preparaciones. Otro bocato di cardinale sería el calamar de potera, es decir, pescado con anzuelo, no con red.